Para poder conocer mejor el fenómeno principal es importante identificar dos fenómenos secundarios del pueblo de Chancay. Por un lado, se sabe que los pobladores, hace ya algunas décadas, creían en el mito de la “llorona”. Dicho mito nos narra, de ciertas señoras que se veían por las calles del pueblo, llorando y buscando a sus familiares, quienes están ya muertos. Cuentan que estas personas, rondaban por el pueblo mayormente de noche, su aspecto era misterioso, pues no mostraban sus rostros, lo llevaban tapado una túnica oscura. Después de un cierto tiempo, este mito fue discutido, pues cuentan los mismos pobladores que se hizo una investigación, y resultó que eran ladrones utilizando la apariencia y excusando sus fechorías en esta mito popular. Nunca se supo si en realidad existieron las lloronas y fue una mentira creada por los mismos ladrones, para facilitar su acto. Por otro lado, en el mismo pueblo de Chancay, hablan de la “pelona” Esta explica que después de un fallecimiento en alguna parte del pueblo, la persona fallecida se lleva a dos personas más. Es decir, mueren dos personas más del pueblo
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Es insuficiente. Los antecededentes implican hacer una revisión bibliográfica de distintas fuentes. Aquí solo se percibe comentarios oídos previamente sin sustento escrito ni de otra clase de medio.
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